Comentario: El verano sin hombres
Autor: Siri Hustvedt.
Editorial: Anagrama.
Año de publicación: 2016, segunda
edición en «Compactos».
ISBN: 978-84-339-7
Número de páginas: 218
Género: sobre la vida, reflexión.
Dueño: A.M. G., del club de
lectura.
Sinopsis:
Cuando Boris Izcobich dijo la
palabra «pausa», Mía Fredricksen, que llevaba casada treinta años con Boris,
enloqueció. Porque lo que deseaba su marido era una pausa en su matrimonio,
después de una vida sin adulterios y con una relación que había evolucionado
desde el ardor guerrero a la simbiosis casi telepática. La «pausa» de Boris era
francesa, compañera de trabajo ―ambos, neurocientíficos―, joven y con buenas
tetas. Pero la lucra de Mía no fue más que una breve psicosis reactiva, y a la
semana y media la dejaron marchar de la clínica donde había sido internada.
Y éstos son los prolegómenos del
verano en que Mía regresa a Boden, la ciudad de su infancia, donde aún vive su
madre en una residencia. Un verano rabioso en lo personal y reflexivo en lo
intelectual, porque Mía es poeta. Alquila una casa, se relaciona con sus
vecinos y visita cada día a su madre, de más de ochenta años, y a su grupo de
amigas, los Cisnes, que son cinco y se mantienen activas, vivas e imbatibles. Y
Mía recupera sus recuerdos de la infancia, y descubre algunos secretos de la
femineidad de otras generaciones, como los tapices que borda en secreto una
delos Cisnes, que esconde en bolsillos y pliegues ocultos escenas eróticas, o
blasfemas, o acres burlas del mundo.
Mía también dirige un taller de
poesía. Y con la producción literaria de las adolescentes, la eclosión de su
femineidad y sus crueles conspiraciones, las historias de los viejos Cisnes y
los incidentes del joven matrimonio, más su propia vida, urde esta brillante
comedia feminista, de inesperado final…
(Sinopsis del libro).
Comentario
En una de las juntas del club de
lectura, A.M., comentó el libro y se lo prestó a M. Al juntarnos nuevamente, me
lo prestó a mí. Lo iba a leer enseguida, pero antes leí uno más corto y pensé
que no lo iba a terminar el día de la nueva junta.
El libro es de tapa blanda y de
bolsillo. Tiene un buen papel, sin embargo, no me gustó mucho la calidad de la
portada, ya que cuanto más se lea, las capas se irán despegando.
El libro comienza con el trastorno
psicótico transitorio de la protagonista, Mía; debido a que su esposo se fue
con la «pausa». Al salir del hospital regresa a su ciudad natal, donde se
encuentra su madre en una residencia de ancianos. Allí conocerá el club lectura
de los Cinco Cisnes (que su madre es parte), a sus vecinos (pareja con dos
hijos) y el grupo de chicas a quienes les enseña poesía.
Cada personaje es único y se podría
decir que representa cada tipo ―en su mayoría― a personas de carne y hueso, y es
interesante. También es agradable de leer cómo se entrelazan las historias de
cada uno con Mía y me refiero a que cada personaje tiene un porqué al mostrarse
ante la protagonista, es como si fuera necesario para el proceso de aceptación
de la relación con su marido. No me refiero a que quiera engañarlo o comenzar
una nueva vida, sino, a recordar los sucesos y aceptar la vida en sí; después
de todo, ella ha estado casada por treinta años con Boris, su marido.
Una de las cosas que más me gusto,
fue el hecho que la protagonista no quiso vengarse por el engaño, más bien lo
acepto de forma madura ―aunque haya tenido la crisis que la llevó al hospital―.
Hay muchos personajes interesantes,
como, las Cisnes del club y como poco a poco se van quedando sin integrantes y
cada una tiene una historia. Las jóvenes de la clase de poesía que tienen los
típicos conflictos de ser «normal» de que tienen un cierto tipo de código en el
actuar, etc., la pareja que vive a su lado ―jóvenes― y sus discusiones
maritales. La relación de la hija de Mía para con su madre y padre. La hermana
de Mía y, por último, su madre.
No puedo comentar mucho, ya que
quitaría toda la emoción de leer y descubrir a cada personaje. Es un libro que
recomiendo mucho y que enseña la madurez de la vida.
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